Derivado de la situación mundial asociada al Coronavirus (“COVID-19”), y ante la pandemia declarada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), los gobiernos de varios países han tomado medidas estrictas para prevenir la propagación; sin embargo, los gobiernos no son los únicos que deben tomar acciones para evitar el contagio del virus, sino también, los centros de trabajo.
En México, el Ejecutivo Federal podrá declarar la contingencia sanitaria mediante decreto emitido en el Diario Oficial de la Federación y establecer la o las regiones que quedarán restringidas, durante el tiempo necesario, así como las medidas que tengan como propósito prevenir y combatir daños a la salud a causa del COVID-19.
En virtud de lo anterior, en caso de que se declare la contingencia sanitaria, conforme a la legislación laboral aplicable, los centros de trabajo deberán observar lo siguiente.
En caso de que la contingencia no ordene la suspensión de labores:
- Las mujeres en periodos de gestación y lactancia, así como los menores, no deberán acudir al centro de trabajo, además, no podrán verse afectados en su salario, prestaciones o derechos.
En caso de que la contingencia ordene la suspensión de labores:
- El patrón estará obligado a cerrar los centros de trabajo.
- El patrón deberá suspender temporalmente la relación de trabajo y cubrir el equivalente a un salario mínimo general ($123.22 pesos) por cada día de suspensión hasta por un periodo de un mes; si la contingencia continúa, el patrón no estará obligado a cubrirle monto alguno.
- Los trabajadores deberán de presentarse a laborar una vez que el periodo de contingencia sanitaria haya concluido.
Independientemente de cualquier medida gubernamental, se recomienda difundir en el centro de trabajo las medidas necesarias para evitar el contagio entre el personal.
Sin más por el momento, quedamos a sus órdenes en caso de cualquier duda o comentario al respecto.
